Honores a Juan Cabrera Gómez, Juani de la Algaba.
Nunca vi nada igual en el curioso universo del “homenaje flamenco”. Desde que el artista flamenco se hizo profesional existen los homenajes. En un principio se trataban de galas benéficas en su mayoría que servían de finiquito para aquellos flamencos que por distintas circunstancias pasaban de vivir del arte a sobrevivir del aire. A mediados de siglo pasado comenzó una nueva modalidad de homenaje, aquel organizado en pos de revalorizar una figura, un tributo para aquellos artistas universales y a veces olvidados por la afición. Más tarde surgió el homenaje de conveniencia, en el que se otorgaban honores a un artista con la intención de que el mismo galardonado ofreciera un recital de balde, por la cara. Los tres coexisten en la actualidad.
Pero que se reúnan hasta 9 artistas de primera línea (Argentina, Tina Pavón, Antonio Reyes, Manuela Cordero, El Polaco, Segundo Falcón, Manuel Herrera, Niño Elías, Antonio Carrión) 2 prestigiosos periodistas especializados presentando el acto (Manuel Curao y Manuel Martín) y 600 espectadores entre artistas, directivos de peñas, medios de comunicación, familiares y amigos en general, para rendir homenaje a un aficionado por el sólo hecho de ser eso un enorme aficionado es inaudito. Porque este hombre señores, no programa espectáculos, no hace críticas para la prensa, no dirige ninguna institución, es decir, no tiene la posibilidad de dar nada material al convenido o interesado de turno. Pero es que Juan Cabrera, Juani de la Algaba, nos da a todos los aficionados otras cositas...una llamada en el momento justo, un saludo cariñoso, un ofrecimiento sin condiciones, un ¡vivan los buenos! gritado de corazón...
Su capacidad para entrar de válvula, de gañote, free, gratis, a todo espectáculo flamenco o taurino de la provincia sevillana ha sido desglosada con gracia por Manuel Martín Martín como cualidad más representativa del gran Juani, personaje imprescindible para entender los entresijos del mundillo jondo sevillano. Su omnipresencia le ha procurado el cariño de cientos de aficionados y su saber vivir en continua diligencia nos lleva cautivando desde hace más de 40 años.
El gusto soleaero de Antonio Reyes, el recuerdo a la de los peines de Tina Pavón, los recursos cantaores de Manuela Cordero, la creatividad melódica de Segundo Falcón, el brillo de los metales de El Polaco y la refrescante voz portentosa de La Argentina sirvieron de maridaje cabal a la agradable mañana en honor a Juan.
La Federación de entidades flamencas de Sevilla se apunta un tanto, y acierta de lleno con la organización de este emotivo homenaje, con la tierra de Paradas de testigo, en la que un auditorio repleto de flamencos cabales han agradecido la forma de ser del señor Juan Cabrera.
¡Juani!... ¡Vivan los buenos!
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