Discos Históricos: Morente-Sabicas, Granada-Nueva York
Sigue siendo pronto para dimensionar la figura de Enrique el granadino tras su triste desaparición de entre los vivos pero la dilatada carreara profesional de este genio ha provocado que desde algún tiempo a esta parte se estudie y analice su obra flamenca.
Entre todos los trabajos discográficos del maestro se encuentra el disco que realizara con el gran Agustín Castellón Campos, Sabicas, y aunque no es el más laureado de las creaciones de Morente, posiblemente nos encontremos ante una de las más bellas joyas musicales de la última parte del siglo XX.
Mientras el cantaor granadino experimentaba desde hacía tiempo con otras músicas y se embarcaba en originales aventuras vitales, de pronto, y por suerte para los amantes del arte flamenco, colisiona con la guitarra octogenaria del pamplonica más flamenco de la historia, aquél que de pequeño no paraba de comer habas, recibiendo el sobrenombre de "El Niño de las habicas" sintetizándose en Sabicas, pariente de Montoya del que heredó su pasión por la guitarra de concierto y tocaor que limpió el sonido flamenco añadiendo nuevos técnicas y sonidos al universo guitarrístico jondo.
Vuela el año 90, el mismo en el que Morente presenta en la Bienal “Allegro soleá” o convive con las voces búlgaras (Angelite), y año en el que la ciudad de Nueva York sirve de escenario de la muerte del tocaor navarro “Sabicas”.
Cuando encompadran dos genios resultan obras maestras. En un ambiente de cante clásico, 9 cantes se dedican a Nueva York y otros tantos a Granada, Morente pletórico de facultades y pleno de conocimientos interpreta casi una antología flamenca con cuidadas letras desde cantes de ida y vuelta con guiños a Marchena, cantes de Levante con la originalidad del taranto en tono de rondeña o la malagueña de Chacón en tono de granaína, hasta los estilos de soleá y seguiriyas o los cantes por alegrías y la bulería “Esquilones de plata” que mucho tiempo antes grabara Pastora Pavón con letra de Lorca.
Una producción de BGM Ariola S.A., dirigida y producida por Paco Espinola que quedará en los anales de la música jonda, como el disco póstumo del genial Sabicas y uno de las grabaciones más flamencas del maestro Morente, en la que se enriquece el interior y se estremece el exterior de los corazones cabales.
http://www.youtube.com/watch?v=hK_Ik3lurMY&feature=fvwrel
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Pedro, me alegra mucho leer tu referencia al disco de Sabicas y Morente. Unos meses después de aparecer este disco, hablé muy bien de él en un acto público en la Peña "El Mirabrás" de mi pueblo. Estaba presente un conocido crítico cordobés y no me veas la que soltó en la página de su periódico. Tengo el recorte y cuando me aparezca te lo enviaré. La historia está para "fijarla".
ResponderEliminarComo siempre Pedro agradecerte el que acerques a los que menos conocemos este arte, pero no por ello lo amamos menos.
ResponderEliminarMe alegra volver a entrar en el blog y que nos sorprendas con entradas nuevas.
Un saludo y ánimo.
Don Andrés, me gustaría mucho leer aquella crítica cordobesa tan poco acertada. El tiempo suele cernir la opinión sesgada de la crítica objetiva, la paja del grano.
ResponderEliminarEL disco es un placer para los sentidos flamencos.
Un saludo
No hay de qué. Para mi sí que es un placer saber que al otro lado de la pantalla se encuentra aficionados dispuestos a leer mis escritos.
ResponderEliminarUn saludo, Señor Marín.
Señor Madroñal, cuando usted dice: "Sigue siendo pronto para dimensionar la figura de Enrique el granadino tras su triste desaparición de entre los vivos", ¿lo cree usted de verdad? ¿cree que es pronto? ¿Depende la calidad de Morente como artista de lo que digan los críticos? ¿Depende su enorme aportación al cante de la literatura flamenca que se quiera escribir sobre él de aquí en adelante? ¿Cree usted que Morente y su obra no hablan por sí mismas? ¿Por qué a las personas que rodean a los artistas flamencos les gusta darse tanta importancia? Y que conste que no lo digo por usted, porque es la primera vez que le leo, y no la última, dado el nivel de su bitácora. Simplemente aprovecho la coyuntura para hablar de una cosita muy mala que ocurre en el flamenco desde siempre: los literatos quieren ser, en muchas ocasiones, más importantes que los artistas de los que hablan. ¿O no conoce usted casos así? Un saludo y felicidades por su estupendo blog.
ResponderEliminarBienvenido a Trabilitran señor Pinini. Interesantes reflexiones las que planteas, y ya que me las preguntas directamente intentaré dar respuesta.
ResponderEliminarRealmente pienso que es pronto para valorar la obra de Morente ya que la obra de un genio, por regla general, cobra, con el tiempo, la dimensión real de su calidad y sinificado. Esta actitud reflexiva no es privativa del flamenco, todo lo contrario, cualquier personaje relevante en alguna manifestaciuón artistica tiene que sufrir el paso del tiempo para dar el valor real de su obra. Con este razonamiento solo engrandezco aún más el legado de Enrique ya que en la actualidad goza del respeto y la admiración del público en general y de la crítica en particular(Con alguna excepción, que la hay) pero estoy convencido que el paso de los años engrandecerá aún más su figura.
La calidad no dependerá nunca del crític de turno pero los aficionados que dedican su vida a escribir y estudiar tienen capacidad y licencia para opinar sobre la herencia artística siempre que se haga de manera objetiva y sin segundas intenciones, premisas que suelen darse, desgraciadamente, cuando el artista protagonista ya no se encuentra entre los vivos.
Tengo relación con distintos críticos y flamencólgos que independientemente de su visión estética del flamenco coinciden en la categoría de las obras de Chacón, Vallejo, Mairena o Pastora, por ejemplo, será por algo, y es el tamiz del tiempo el que suele poner las cosas en el lugar que le corresponde.
Por último, es posible que existan literatos del flamenco con ansias de protagonismo, tontos de solemnidad y con aires de superiridad pero igualmente existen artistas que pecan de lo mismo, tiene más que ver con la naturaleza humana que con la profesión en sí, al menos así lo pienso.
No puedo más que agradecer tu visita y felicitarte por el sobrenombre, esperando que coincidamos en alguna ocasión en la fuente vieja para alborotarla, un saludo.