Manuel Vallejo, Obras completas
Estudiar a los clásicos es una asignatura obligatoria para todo aquel que quiera chanelar de un arte. Los clásicos son aquellos artistas dignos de imitar, artistas que llegaron al culmen del arte, a la obra sublime. A lo largo de la historia del cante se han considerado clásicos a cantaores como Chacón, Pastora Pavón, Antonio Mairena o Manuel Vallejo. Sus legados artísticos son imprescindibles no sólo para entender el devenir de este arte sino para comprender donde radica la belleza y el secreto de lo jondo.
Por suerte la obra de La Niña los peines se digitalizó hace tiempo al completo acompañada de un CDROM con el estudio estilístico de su obra y una biografía más o menos completa. Igualmente Antonio Mairena cuenta con una colección digitalizada de su archivo sonoro, ambos editados por la Junta de Andalucía. Hasta 2012 hemos tenido que esperar los amantes del flamenco para la edición de las obras completas del cantaor sevillano Manuel Vallejo. Hasta 213 cantes remasterizados y digitalizados para el disfrute del personal. Una colección que ve la luz gracias a la Federacióon de entidades flamencas de Sevilla, con José María Segovia de presidente, al que siempre estaremos agradecidos, y con la colaboración de la consejería de cultura.
Se hace justicia con el de la calle Padilla en el barrio de San Marcos pero sobre todo se hace justicia con el arte flamenco, con el cante clásico, con el andamio cantaor de la historia jonda.
A partir de ahora podremos llevar en nuestro "esmarfon" todos los fandangos republicanos o no del maestro Vallejo, escuchar en nuestro pc el compás endiablado de un sabio de los tiempos flamencos, sentir como se cuela en nuestras carnes la fina daga de la granaína y media desde el sonido que emite el spoty pero sobre todo que queda al alcance de todos el dorado cofre de una inmensa obra artística, se democratiza la pena de su cante por seguiriya y el dolor soleaero de un clásico, Manuel Vallejo.
El cantaor jerezano, Antonio Chacón espera sentado con una vara en la mano y el semblante desencajado contemplando como uno de los padres de esta música sigue ignorado por sus paisanos entretenidos con las graciosas pataitas por bulerías, y sintiendo el vacío de la comunidad flamenca le hace a su persona mientras su obra sigue en tatuada en la pizarra de principios de siglo.
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Mi enhorabuena a la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla. Me consta que el parto ha sido difícil, pero ahí está criatura.
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