Basta de calabazas

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Aunque el sur sigue fiel a sí mismo en muchas de sus costumbres para verguenza de unos y orgullo de otros, mientras escucho a Bernardo el de los lobitos me planteo hasta donde llegara la americanización de nuestros hábitos. ¿Qué a qué viene esto? Acabo de llegar de hacer la compra semanal y el amable señor que me ha atendido en la caja del supermercado de moda, justo antes de cobrarme me ha ofrecido en oferta una bolsa de caramelos de Halloween para los niños que llamen a mi puerta este fin de semana. Sinceramente, espero no estar en casa cuando eso ocurra, entre la jindama que me dan los muertos y lo ridículo que me resultaría la escena ignoro cuál sería mi reacción.
No me veo llevando a los míos de puerta en puerta como en una de esas series yanquis de vidas perfectas e insulsas recogiendo dulces a cambio de no asustar a sus inquilinos. Es realmente absurdo, vamos, totalmente ridículo.
El sábado durante una visita cultural y flamenca a Mairena, en la que hice las veces de cicerone, paseamos recorriendo el Castillo de Luna y la Casa Palacio por entre los olivos que sirvieron de escenario a mi niñez. Era mi territorio, donde organizaba las candeloras, construía mis cabañas y batallaba con bolas de barro y varetas de olivos con las pandillas enemigas. Recordé los miles de vinagritos que me eché a la boca, el miedo que me daba rozarme con la "leche interna" de algunas plantas ya que salían "bojigas", las tardes de sol buscando panales de miel, nidos de cernícalos y hojas de moreras para los gusanos de seda que guarda en aquella mágica caja de zapatos agujereada.

Imagino que igual de tonto ven ellos nuestra cultura popular, pero son las nuestras,me entran ganas de mandar a los niños disfrazados de caninas con tos sus muertosy encerrarme a escuchar peteneras hasta que pase esta burlesca modita americana.
¡Ah! Y viva el cante por marianas de Bernardo.

10 comentarios:

  1. Esto tiene la globalización,pero tu tienes esos parajes y recuerdos,una música como ninguna y la posibilidad de conservarlo y difundirlo.

    Un abrazo.

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  2. POR MUCHO QUE QUIERAN AMERICANIZARNOS, NO PODRAN ACABAR CON EL CUBITO CHIQUITITO AZUL CON EL BOTECITO DE MISTOL Y LOS TRAPITOS DENTRO. HAY ALGO MAS MAIRENERO QUE UNA MARIA CAMINO DEL CEMENTERIO CON EL CUBITO AZUL??? OJU QUE ARTE...

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  3. Como maestro especialista de inglés ya jubilado, celebré muchas veces en la clase, y en ámbito docente e íntimo, la fiesta de Halloween. La enseñanza de un idoma implica también la de su entorno cultural y etc. etc.... Ya lo sabes. Creo que por ahí empezó todo y la cosa se ha desmadrado.

    Lo que ha ocurrido después es que los comerciantes vivos se han inventado otro "Dia De..." para hacer caja y lo han sacado a las calles publicitando debidamente la moda e incitando al consumismo. El que la moda pase o se quede va a depender del éxito que tengan esos comerciantes en sus campañas. En eso tenemos la palabra los consumidores

    Cuando llamen a tu puerta y te digan "TRATO O TRUCO" (castellanizando los términos) le puedes cantar aquello de que..

    ""Yo vengo de Hungria..."

    y que tan bién suena en la voz de Bernardo y de tantos otros.

    Saludos muy flamencos

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  4. En eso andamos, maestra. Vivan las Américas!

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  5. Ja, ja, ja. Con eso no hay quien pueda. Otra cosa no sé, pero a limpios no nos gana naide. Hasta nuestros muertos están como los chorros del oro...Que ange!

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  6. Desde las mismas ferias de ganado, que se crearon como método de cohesión territorial y con espiritu recaudador, casi todas las manifestaciones culturales tienen detrás una intencionalidad mercantil, política o religiosa pero han costado siglos de asimiliación muchas de ellas y por supuesto han adquirido la idiosincrasia de cada zona.
    Pero que en mi casa en Mairena llegue un niño vestido de drácula con la cancioncita del truco o trato me resulta irrisorio...
    te haré caso y responderé con; "...no pegarle, por Dios, más palitos a la Mariana
    porque la pobrecita era manquita y coja..."
    Un saludo a la Extremadura flamenca

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  7. Desde las mismas ferias de ganado, que se crearon como método de cohesión territorial y con espiritu recaudador, casi todas las manifestaciones culturales tienen detrás una intencionalidad mercantil, política o religiosa pero han costado siglos de asimiliación muchas de ellas y por supuesto han adquirido la idiosincrasia de cada zona.
    Pero que en mi casa en Mairena llegue un niño vestido de drácula con la cancioncita del truco o trato me resulta irrisorio...
    te haré caso y responderé con; "...no pegarle, por Dios, más palitos a la Mariana
    porque la pobrecita era manquita y coja..."
    Un saludo a la Extremadura flamenca

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  8. Compadre, por mucho que mi hija se llame Lola, ayer salió con sus amigas pidiendo caramelos por las puertas de mi barrio disfrazada de bruja. Eso es así, pero si te sirve de algo, mi madre acaba de llegar del cementerio de Sevilla (y por supuesto del de Mairena, al que hoy, mínimo, irá una vez más cuando caiga la noche, para alumbrar) de dar una vueltecita.
    Esto hay que tomárselo como lo que es: una americanada más que seguro pasa. Lo importante, es que cuando entren en casa, sepa bien cuáles son sus raíces, sus costumbres y sus creencias. Confío en que estos personajillos que tenemos por hij@s, algún día pongan en la balanza lo que han aprendido dentro y fuera, y se queden con lo que vivieron en casa.
    Un abrazo flamenco.

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  9. No, si será por fiestas! Me parece lícito, incluso enriquecedor, absorver las costumbres foraneas, el solar andaluz, de hecho, es ejemplo de ello. Pero hipotecar nuestra historia por representar un ideal con el que por mucho que queramos no es el nuestro puede borrar nuestra historia y cultura de la memoria colectiva y llegar a pensar que somos neoyorquinos de pueblo.
    Yo me encajé con mis niños en el cementerio, abarrotado de gente con flores pero estoy seguro que llevaré a mis hijos a comprar el disfraz de muerto viviente cuando llegue la hora, pero en la calabaza espero que metan el amor por mis costumbres, nuestra forma de afrontar el mundo.
    Besitos flamenquísima.

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  10. Ja Ja Ja!!!

    He leído tu entrada y me parecía que estaba yo mismo en el Castillo de Luna al salir de clase, recogiendo leña para la candelora o simplemente trasteando cogiendo "vinagritos", jejeje...

    Parece que fue ayer pero hace ya 20 años compañero... y para alguno más! ;)

    Un saludo y es un placer simpre pasarse por este rincocito.

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