La poesía del flamenco



Me lo dejó en préstamo mi amigo y futuro Doctor en Flamenco José Manuel Castillo hace algunas semanas, pero hasta ahora no le he metido mano al precioso libro titulado, "La poesía en el flamenco", coordinado por los flamencólogos y expertos en literatura, Miguel Ropero y José Cenizo y editado por Litoral.
Digo preciso libro, no sólo por su contenido sino por el continente, es decir, la impresión, maquetación y diseño, ya que podemos encontrar la mejor poesía flamenca de todos los tiempos, tratada de forma moderna y atractiva con cientos de pinturas y fotografías elegidas con enorme gusto que, más que decorar o adornar los textos, forman parte de su lectura, como un preámbulo introductorio a la magia de la palabra.

Una serie de capítulos en forma de artículos construidos con enorme pulcritud y respeto, se suman a una cuidada recopilación poética que va desde la propia copla flamenca, popular y tradicional, a las coplas de autor o a la poesía con temática flamenca pero de estructura culta, una visión lírica del arte jondo a través del tiempo que te sumerge en un mar de sentimientos y sensaciones universales.

Mientras se escucha el tintineo de la lluvia tras los cristales y para olvidar la prima de riesgo, el referéndum griego y el color de la corbata de Alfredo y Mariano, me rebelo gozando con la bella letra de la poesía rendida al arte jondo.


Tu calle ya no es tu calle
que es una calle cualquiera
camino de cualquier parte.

Manuel Machado

Como tenía dos caras
yo no sabía distinguí
si era la buena o la mala.

Antonio Rincón

La muerte yamo a voses,
No quiere bení;
Que hasta la muerte tiene, compañera,
Lastima e mí.

Colección "Demófilo". 1881.

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