Cisma entre afición y artistas


Aunque a lo largo de la historia, y con cada cambio generacional, se ha criticado continuamente la dirección artística que tomaba el flamenco, intuyo que, hoy por hoy, estamos ante el mayor cisma entre los aficionados cabales y los artistas flamencos con más poder mediático.
Cuando nombro a los aficionados cabales, me refiero aquellos que guardan entre sus sienes los cantes de los clásicos como el Torre, Chacón, Mairena, Vallejo o Pastora, los que entienden que la afinación y el compás no valen de nada sin trasmisión, los que chanelan quienes fueron Mojama, El Gloria o Centeno, los que no se cortan en asistir a cualquier recital o festival que les quede cerca, aquellos que son capaces de distinguir entre los distintos palos y, dentro de ellos, los numerosos y bellísimos estilos o los que se parten las camisas con las aportaciones de Camarón, Morente o Lebrijano, y esto, basándome únicamente en el cante para este análisis.
Los aficionados no entienden que pasa con las programaciones de los grandes eventos flamencos y les cuesta digerir que algunos artistas sin relación con lo jondo entren en el mismo saco que Meneses, Carmen Linares o Calixto Sánchez.



Es posible que dentro de esta comunidad, que podíamos definir como culta dentro del arte flamenco, valoren a los nuevos ídolos de masas bajo los mismo criterios artísticos que a los cantaores de referencia, craso error.
Es difícil digerir el éxito de cualquier aficionado al “flamencopopsoulchillfusion”, que no resiste un mínimo estudio flamenco, al compararlos con enormes cantaores que son ninguneados continuamente por los agentes “culturales”.
El cambio estético sufrido por este arte se hace patente a mediados de los años 80, en los que se demonizan los términos duende o pureza, el clasicismo en las formas, el formato de los festivales de verano e incluso el entramado peñístico.
Habría que cuestionarse a qué responde esta actitud, plenamente implantada con la entrada del nuevo siglo, y que, en los últimos años, nos está legando tanta música superflua, sin esencia, rápida de consumir y más de olvidar. Podría dar una lista de éxitos flamencos de la pasada década que han envejecido a la velocidad de la luz y que nunca pertenecerán al cofre que guarda las grandes obras flamencas en sus entretelas.



Parece claro el interés mercantil por parte de las casas discográficas, los agentes culturales y los propios políticos encargados, en la mayoría de los casos, de programar en busca de voto fácil.
Pero, ¿acaso no es esta actitud rentable la que ha dirigido los movimientos estéticos a lo largo de la historia del flamenco? Y más preguntas, ¿El valor artístico de una obra está ligado al éxito comercial? ¿Está capacitado el gran público para valorar en su justa medida la calidad flamenca de un artista? ¿Es el flamenco un entretenimiento o un arte?
Imagino que son preguntas que los eruditos de otras manifestaciones artísticas, literatura, pintura..., se realizan a diario, con las respuestas que todos sabemos pero conviviendo con la realidad del negocio que les golpea el rostro.
No se puede ni se debe examinar, valorar o estudiar bajo los mismos preceptos los productos artísticos que nos ofrece el mercado, teniendo en cuenta que algunos están diseñados como pasatiempo lúdico, caduco y beneficioso económicamente y otros presentan una carga cultural densa y acotada para los que saben “estinguí”.



Lo interesante y el verdadero motor del arte es cuando coinciden todas las características en un mismo artista, y es capaz a través del conocimiento, las capacidades, la intuición, la trasgresión y lo que no se puede explicar, de crear un movimiento y un monumento a la música universal.
De ellos ha sido y será el olimpo del arte flamenco. Por desgracia, si existe alguno contemporáneo, desde luego, no ejerce como tal.

2 comentarios:

  1. Francisco González25 de julio de 2011, 17:49

    Querido amigo flamenco.

    Con esto de las vacaciones llevo tiempo sin verte en persona, pero no quería dejar pasar más tiempo sin comentarte este artículo tuyo aunque sea por internet.

    Muy al hilo de todo esto creo que cabe mencionar la próxima manifestación (que considero que histórica y a la que habría que dar máxima difusión) de flamencos aunténticamente "jondos" contra el intervencionismo público existente en el flamenco, en las que participarán entre otros:
    Pansequito, Calixto Sánchez, José Menese, Diego Clavel, Manuela Carrasco, Manolo Franco y Niño de Pura, entre otros:
    http://www.abcdesevilla.es/20110723/andalucia/sevp-grandes-artistas-flamencos-manifestaran-20110723.html


    Un saludo,
    Fran.

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  2. Estoy al corriente, Fran, en esta semana se supone que se manifestarán y darán a conocer el manifiesto. Habrá que ver cuabntos de los artistas se dan cita ante la Agencia y cuantos firman el manifiesto, en estos casos la cobardía y la sumisión al poder tienen mucho que decir. No sharemos eco en su moemnto, un saludo flamenco

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