Perdonen las molestias


No es que piense que hay muchos lectores esperando que trabilitran reanude su actividad en este humilde aunque flamenco blog, pero desde que cesé mis entradas muchos de vosotros me animáis a continuar y no imagináis hasta que punto me alaga tanta amabilidad.
Mi retiro bloguero tiene más que ver con la acumulación de propuestas flamencas que con la desidia. Un apasionante proyecto relacionado con el cante jondo me tiene encerrado entre hemerotecas, bibliotecas y como no, páginas webs.
Pronto este sordo trabajo verá la luz y espero sea del agrado de los buenos aficionados. No sé cómo será recibido pero en mi conciencia quedará la pasión, el amor, la seriedad y el rigor con que lo he acometido, y el gusto de escribir sobre lo que me tiene macandé.
Lo dicho, gracias a los que se asomáis a este ciberespacio flamenco y perdonen las molestias.

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