Calixto Sánchez piensa en jubilarse
Llevo algunos días liado, sin rebuscar en internet noticias flamencas, y esta mañana mi amigo cantaor aficionado, Paco Morillo, me ha preguntado qué hay de cierto en las declaraciones del maestro Calixto sobre su inminente retirada del profesionalismo cantaor.
Lo cierto es que, Cali, en las últimas conversaciones que he mantenido con él, siempre sacaba a relucir este tema. Y aunque por edad y por tiempo en primera fila sería razonable, si tenemos en cuenta sus condiciones musicales y su jonda maestría en la interpretación del flamenco clásico nos parece una temeridad, sobre todo porque representa una escuela en pleno exterminio.
Hace 45 años, Calixto Sánchez se alzó con el premio en los cantes libres del concurso de Cante Jondo Antonio Mairena, cuando este galardón se presumía vital en la carrera de aquellos artistas con hambre de cante y éxito. Acuérdense que esa edición en 1966 además de Calixto, resultaron vencedores, José Monje Cruz, Camarón de la Isla en los cantes a compás y Agujetas "El viejo" en el primer premio por soleá, seguiriyas y tonás.
La consecución en el 72 de los premios del Butano y el de Granada en el cincuentenario de aquel romántico concurso de los Lorca, Falla.., lo convirtieron en profesional del cante, y aunque entró como reserva, por la negativa de Lebrijano a concursar por el Giraldillo, en aquella primera Bienal del año 80, en la que se eligió a los participantes a través de votaciones entre los peñistas de toda España, terminó conquistando con todo mérito el prestigioso Giraldillo del cante ante las primerísimas figuras como Fosforito, Luís de Córdoba, José de la Tomasa, Curro Malena y José Meneses.
Más tarde cuando artistas de la talla de Camarón o Morente fueron tomando posiciones en los escalafones cantaores, Calixto siguió cobrando según las tarifas que publicaba Pulpón en los diarios sevillanos, por encima de estos grandes fenómenos, y mientras algunos iban mudando su cante por su leyenda, Calixto seguía cantando por granaínas para irse a morir al Albaicín, por seguiriyas para lastimar al diablo y por tientos con la mesura de los grandes poetas andaluces.
En estos tiempos de confusiones y fusiones flamencas, cuando somos patrimonio de la humanidad y exclusividad del estatuto andaluz, Calixto quiere quitarse del medio, parece que dolido, y esto es una apreciación mía, por todo lo que rodea al flamenco en estos momentos.
Pronto nos entrevistaremos con este maestro del cante flamenco y sabremos más y mejor de esta decisión que nos dejo huérfanos de ortodoxia entre los grandes.
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