Que el mundo del flamenco tiene su propia idiosincrasia, no es ajeno a nadie que se haya sumergido un poco en sus mares, pero existe una cuestión que es especialmente curiosa en este arte y que merece una reflexión por parte del aficionado y estudiosos del tema. Llama poderosamente la atención, la existencia, entre las distintas disciplinas del flamenco, cante, toque y baile, de familias artísticas. Es, incluso, dominante los cantaores con ascendencia flamenca, tocaores con varias generaciones de primeras figuras y bailaores que representan una escuela dancistica de mas de un siglo aprendida de padres a hijos. Esta situación hace que surjan en mi cabeza multitud de preguntas que no consigo responder. La primera y más enigmática es la recurrida fórmula de si el artista nace o se hace. Tengo más o menos claro, que el ser humano por regla general posee, geneticamente, un potencial para desarrollar ciertas habilidades, como la comunicación verbal o el pensamiento abstracto, que deben ser estimuladas por otros seres humanos para que puedan llevarse a cabo, o sea, que sin la presencia de estos no llegaría a darse nunca, pero, ¿es el arte una de estas disciplinas? quiero decir, ¿se puede a través de la enseñanza y la estimulación llegar a ser un Mozart o un Miguel Angel?,¿fueron los descendientes de éstos, grandes artistas?, ¿por qué si el flamenco es una manifestación artística como la pintura o la literatura se repiten dentro de la misma familia el nacimiento de artistas?. Desde luego se tendría que tener claro qué significa arte para empezar a dar repuesta alguna de estas preguntas, ¿es el flamenco un arte? ¿se puede heredar la capacidad de hacer sentir, de herir por mediación del flamenco? ¿es un cantaor mejor que otro dependiendo de la familia de la que provenga? Realmente, el tema sugiere razonamientos contradictorios por parte de los aficionados. La casa de los agujetas, los moraos o los farrucos, amén de los mairena, moneos, melchores, ortegas, etc serían motivo de estudio para poder dar respuesta a tantas preguntas que surjen en mi cabeza. Verdaderamente, sería locura el negarlo, el flamenco es único.
Está claro que se nace o no con arte, que tiene que existir un gen que determine esta cualidad, (nada más verme a mí para ponerme como ejemplo de la ausencia de éste) de todas forma en el tema que aquí tratamos, tiene un peso enorme el entorno en el que te desenvuelvas. No es lo mismo nacer en una familia en la que el flamenco es una forma de vida, por lo que dicho don, se forja día a día, que nacer en una casa donde el arte no ha tenido el gusto ni de asomarse a la ventana. El estímulo que recibes de tu entorno nunca puede ser el mismo.
ResponderEliminarPor supuesto después dicho talento habrá que desarrollarlo. Así que yo pienso que en el arte del flamenco (y así respondo a una de tus preguntas), tiene mucho de ver, por este orden: la genética, la estimulación y por supuesto el trabajo. Respecto a heredar el sentir, eso ya es otra cosa, discutirlo nos llevaría bastante tiempo, porque no es lo mismo cantar bien, que cantar con sentimiento.
Un saludo para tod@s, y le deseo lo mejor al nuevo “Trabilitan”.
Ahí está el meollo del tema, en provocar conciencia y remover sentimentos en el público. La subjetividad, el estado ánimico, las preferencias estlísticas...todo cuenta. Gracias por escribir y por tus deseos hacia el blog, un abrazo
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