Afición más barata no existe


La mayoría de los aficionados que se jactan de conocer todo lo “que hay que saber” de flamenco no tienen poca o ningna idea sobre este extenso y complicado arte. Solo por haber coincidido con algún grande del cante o por saber entonar (y no siempre) un fandango natural en la barra de una peña o por haber asistido a 25 festivales (¡¡en 50 años!!) de su pueblo, no lo convierten a uno en un manantial de conocimiento, usted es aficionado, que no es poco, pero en este enrevesado mundo de lo jondo, uno no se conforma con ésto.

No puedo entender que alguién que presume de tal cosa no destine más que 10 o 15 euros al año de su economía anual en consumir cultura flamenca y eso si no encuentra al enchufado de turno que le pase una entradita para el repetitivo festival estival. Seguramente en su peña se celebren 10 o 12 recitales al año y nada más acude si el cantaor es familiar o compadre, justificando su ausencia con la frase: “menganito me va a desí a mí, a mí! como se canta por soleá”.

Me resulta complicadísimo entender que una sepa tanto sin comprar (y hacer uso de ellos,claro) CDs, libros, consultar Webs o asistir a todo lo que se presente de festivales, espectáculos o conferencias. Ahora bien, si alguien hace algo por esta maltratada música, lo primero es comentar: “Quién es ese pa hablá de cante”o “Lo que me quedaba por ver” y todo esto sin saber hacer soniquete por bulerías y pensando que la seguiriya no es un palo a compás. Ah! y esto pasa si estan de acuerdo en tu forma de pensar o con tus gustos estilísticos, ¡que si no!, mejor te vas del pueblo. A veces pienso que en Andalucía tenemos lo que nos merecemos, tierra bendita con la gracia del cielo pero poblada de entendidos y maestrillos de rastrojo.

Pero, por supuesto, también contamos con aficionados de postín, aquellos que siempre está dispuestos a enseñar y sobre todo a aprender, son esos que nunca van de enigmáticos, que cualquier tema dentro del flamenco les apasiona y que no está continuamente sacando un asunto del que saben algún dato curioso para pasar por flamencólogos. Desde aquí, un ole para los buenos aficionados, para que salgan de su astío y, que no lo aburran, que se comprometan con lo que mas les apasiona, con lo que les hace sentir puñalás en el alma y crecer flores de almendro en el corazón, brindo por los que nos dejan aprender y se dejan enseñar… ole, ole, ole y el que no diga ole, que se le seque la yerbagüena.

3 comentarios:

  1. Así se habla! Ya lo dijo Calixto hace años : "en el flamenco hay mucho enterao y muy pocos entendidos" Ah! Y doy por supuesto que sabes lo que conlleva decir las cosas con esa claridad...
    Un abrazo

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  2. Gracias, Manuel. Calixto llevaba razón, pero por fortuna el flamenco cuenta con muchísimos aficionados de categoría que siempre están dispuestos a compartir sus conocimientos de una forma desinteresada.

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  3. Ante todo felicidades por el Blog y agradecerte que haya otro hueco para los que queremos aprender y compartir. Lo paradójico de todo esto es que la mayoría de esos "entendidos" a los que te refieres ni siquiera saben lo que es un blog (casí no lo sé ni yo)y dan por sentado que no hace falta que venga nadie a enseñarselo, y si es de flamenco ni hablemos. Pero bueno, esto lo vamos a encontrar allá donde vayamos y no debe hacer que la iusión decaiga. Un abrazo y ánimo.

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