Un lustro lleva la Universidad de Sevilla a través de su centro de iniciativas culturales organizando el ciclo “21 grados” que durante los meses de verano programa distintas propuestas culturales. Como no podía ser de otra manera el arte flamenco forma parte del esqueleto de este atractivo ciclo. Además podemos encontrar teatro, exposiciones de diseño gráfico, conciertos de música electrónica o de jazz y cine, mucho cine. El paseo hasta la sede de esta organización es una delicia ya que el Patio del CICUS se sitúa en pleno centro sevillano cerca de otro centro cultural que ha sido del flamenco durante mucho tiempo, La Carbonería. Rodeado de columnas y cubierto de estrellas se presentó la bailaora Irene La Sentío acompañada del cante de Moi de Morón y Javier Flores, y el preciso toque de Paco Iglesias. Para empezar los cantaores echaron mano de las melodías ancestrales que se conservan entre yunques y martillos, rejas y eslabones. Justo empieza el martinete y se escuchan el repique de campanas de alguna iglesia cercana que parecía acompañar la voz fina y medida de Jesús. Cuando se escucha el metal oscuro de Moi de Morón aparece en el escenario la bailaora interpretando en su justa medida la solemnidad del cante por tonás que se vuelve seguiriya ya con el toque de Paco Iglesias. Baile de fuerza donde el tren inferior presenta su supremacía sobre el resto del cuerpo. Se duele y trasmite. Cambio de traje mientras acompasa una soleá. De nuevo la tragedia se hace presente ahora por tarantos, mismo perfil que se rompe desempolvando las caderas en el paso al tango. Entra aire fresco y la sonrisa en la cara de La Sentío. De nuevo escenario sin baile para el cante por cantiñas a dos gargantas en la que Moi de Morón muestra sus querencias flamencas y gusta al respetable. Ahora sí, la soleá se mete en Alcalá y se para exigiendo un nuevo papel a interpretar. Pero Irene está sobrá de compás y fuerza y se vuelve agresiva en su baile aprovechando sus cualidades técnicas de ritmo perfecto. La guitarra da lecciones a tocaores para el baile, Paco Iglesias es un seguro atrás y se acelera buscando la bulería en la que Irene deja patente el uso de su corporeidad con relación al género. Huye del baile sensual, sensible e históricamente atribuido a la mujer para presentar un modelo neutro equidistante entre lo supuestamente varonil y la delicadeza femenina. Aplauso, bis por bulerías y a seguir rondando la noche sevillana. Buena noche aunque algo lejos de las pretensiones del ciclo más volcado en vanguardias y propuestas contemporáneas que en un formato clásico de baile de tablao, todo esto sin quitar mérito a un cuadro que supo deleitar al personal con su buen hacer en una preciosa noche de verano. Ficha artística: Ciclo: Flamencos a 21º grados. Lugar: Patio del CICUS Baile: Irene “La Sentío” Cante: Moi de Morón y Javier Flores Guitarra: Paco Iglesias |
Ciclo 21°:Irene La Sentío
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