Jueves flamencos de Cádiz, 2010


Desde la Plaza Sevilla, en Cádiz, empecé un largo paseo por la avenida del puerto hasta la alameda apocada que me llevó al último confín de la tacita donde se sitúa el baluarte de la Candelaria, lugar que durante todos los jueves estivales se celebra el ciclo flamenco por excelencia en la capital gaditana, Los jueves flamencos, que en su XXVIII edición está dedicada a la aparición de la bulería en la discografía flamenca, ya que precisamente se cumplen 100 años de este hecho.
El precioso recinto estaba repleto de público, sobre todo teniendo en cuenta la categoría de los artistas, algunos desconocidos para el gran público, y el precio de la entrada, algo descompensado.
La peña flamenca Enrique "El Mellizo", organizadora del ciclo, programó a tres cantaores y un bailaor para el pasado jueves, que a la postre deleitaron a un público entusiasmado.



Abrió la noche un cordobés de nombre Antonio José Mejías que cuajó una interesante actuación, entretenida y demostrando oficio y conocimiento en cada estilo que abordó, desde la soleá apolá, los fandangos de Lucena, los tanguillos o la bulería, y es que el perfume de las olas cuando rompen en la muralla contagian a todo el que lo respira convirtiendo en gaditano hasta las columnas de la mezquita, y por supuesto, el sonido de una extraordinaria guitarra como la de Juan Manuel Moreno.




Marcos Flores es un bailaor con retranca, con guasa en su baile basado en la técnica y el compás que abordó las cabales con enjundia y las alegrías y bulerías con gracia gaditana acompañada de un buen grupo de artistas que hizo disfrutar a la afición presente.


Otra gaditana, Anabel Rivera se presentó con unas milongas con sabor a la habana con negritos y a Cádiz con salero, y recordó el desparpajo cantaor de Mariana Cornejo en sus tanguillos, pasó por los tientos, la homenajeada bulería, terminando por fandangos, faltos de facultades y con claras deficiencias para el cante de "alante" aunque con un sonido melismático bastante aprovechable.


Cerró el espectáculo, la mejor cantaora de la noche, Elu de Jerez, que por mucha ola que se rompa en el baluarte, a ésta no hay quién le quite el olor a fino de su tierra jerezana y, aunque comenzó por cartageneras, cuando realmente empezó su actuación fue por soleá por bulería estilo que conserva en Jerez su carácter y ritmo y que la hermana de Salmonete interpreta conservando el sabor de San Miguel, más tarde, seguiriyas con el macho de Curro Durse, fandangos terremoteros con aires de la Paquera, y como no, bulerías cortas a compás de la guitarra de Domingo Rubichi que demostraron estar a punto para los grandes festivales.
En el recuerdo las palmeras que adornan el baluarte recordando el hermanamiento con la América que tanto regaló a la formación de nuestra música y la sensación en la mente que el flamenco, en cada rincón del sur, tiene sabor propio, y que cada festival veraniego aporta percepciones únicas.

2 comentarios:

  1. Los Jueves de Cádiz y los viernes de Jerez, que suerte para los que estais cerca. Disfrutadlos los que podeis.

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  2. En Jerez se están celebrando "Laas noches de corintio", cada sábado en honor a Terremoto hijo y con el espíritu de Luís el de la pica presente aunque no he podido asistir aún, tengo la esperanza de disfrutarlo el próximo sábado, un saludo ramona y me quito mi pavero ante tu afición

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