Se presentó "La Boda" más flamenca de la historia.


En la carretera que va de Lebrija a Trebujena y allá por el verano del 64 se dio cita toda la gitanería de la Campiña andaluza. Se casaba un gitano rubio, hijo de La Perrata y Bernardo, que lo mismo tocaba la sonanta que estremecía entonándose por bulerías. Como padrinos oficiaron Pastora Pavón y Antonio Cruz, La de los Peines y Mairena, así que el remate de la fiesta estaba claro. Gracias a dos periodistas a los que la flamencología les debe más que esta grabación, se pudo atrapar aquel momento mágico en un pequeño grabador llegado de América poco tiempo antes, Romualdo Molina y Eduardo Pérez Orozco.

Casi medio siglo más tarde y, tras no pocas dificultades, sale a luz el Cd "La boda del Lebrijano" y que fue presentado el pasado martes en la Fundación Cruzcampo.

El acto fue conducido por el Julio Cuesta, director de la Fundación Cruzcampo e intervinieron Juan Manuel Suarez Japón, Rector Magnífico de la UNIA y Rafael Infante, Coordinador del consejo de Universidades andaluzas, ya que ambas instituciones han colaborado activamente en la cnsecusión de este sueño. María Angeles Carrasco, directora de la Agencia para el desarrollo del flamenco se sumó a la mesa que presidía como no podía ser de otra manera el protagonista de la boda, Juan Peña El Lebrijano.

Entre el público se encontraban los críticos de flamenco, Alberto García Reyes, Manuel Bohórquez, Paco Sánchez, Tere Peña o Manuel Curao, artistas de la altura de Matilde Coral, Segundo Falcón o José de la Mena,pero toda la atención la copaban Estrella Morente, su marido Javier Conde y su hermana Soledad. Precisamente la hijo menor del maestro Morente fue quien redactó las palabras epistolares que recoge el libreto del disco y que Enrique enviara a Juan tras escuchar la mítica grabación.



Estrella y Soledad subieron al estrado para hacer una emocionada lectura de aquella carta que por otra parte resume de alguna manera toda una vida artística, toda una generación de flamencos, la de Morente y Lebrijano, y ambas estuvieron a la altura de los genios.

Sinceramente, cuando acudí al precioso salón de actos de la Fundación Cruzcampo esperaba otra cosa. Pensé que todos los flamencólogos sevillanos estarían locos con aquel documento en el que se daban cita tres puntales, tres genios de los jondo que representaban la gran historia del cante flamenco. La mejor de todos los tiempos, el gran Mairena y el último maestro. Desde 1909 hasta 2011, entre los tres han marcado gran parte del desarrollo del cante a través de una vasta discografía, sin embargo el recuerdo a Enrique Morente copó la mayoría del tiempo, Sevilla le daba el sitio a Enrique quizás demasiado tarde y quizás en el lugar equivocado, pero parece que los flamencos se arriman a la candela que más calienta aunque dejemos en un segundo plano la gran historia del cante flamenco.

Como no, cerveza helada y tertulia de altura para rematar una emotiva tarde repleta de personajes y de recuerdos pasados más presentes que nunca en el futuro.

2 comentarios:

  1. Ya he escuchado varias veces esta joya de disco. Todo bueno, pero me quedo con las intervenciones de una Pastora, con facultades ya mermadas, que una vez más demuestra que es la mejor de la Historia. También me emociona su marido El Pinto.
    La carta de Morente a Juan es estupenda y una vez más prueba que la pugna "gitanos-payos" es artificial. Los verdaderos artistas se reconocen entre sí. Hay muchos casos en la historia: Chacón-Torre, Tomás Pavón-Valderrama, Marchena-Caracol, etc, etc. Un abrazo

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  2. Qué razón tienes, Andrés. La confrontación entre gitanos y payos responde a intereses mercantiles más que a la visión objetiva de un arte, los buenos aficionados cuando nos sentamos delante del flamenco no pedimos un mapa genético sino buen cante, baile o toque.
    Con respecto al disco en si coincido con tu apreciación sobre lo emocionante del cante de Pastora en las postrimerías de su vida y en competencia con dos de los grandes que en todo momento respetan y dan su sitio a la mejor de todos los tiempos. EL valor documental es impresionante.
    Un saludo, Señor Raya.

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