Clausura del VII ciclo; "Entre naranjos y olivos"
La Federación de Peñas flamencas de Sevilla cierra su tradicional ciclo primaveral en la tierra que vió nacer al cantaor homenajeado en dicho ciclo, Manuel Cruz García, Manolo Mairena.
EL teatro mairenero abrió sus puertas al mundo peñístico en un acto presentado por Antonio Ortega, director y presentador de "Com.Flamenco" programa flamenco de Giralda televisión, y que reunió algunos de los artistas participantes en un ciclo que, durante dos meses, ha mostrado el arte flamenco por distintas peñas de la provicia sevillana.
Por motivos laborales llegué con retraso al recital perdiéndome la actuación de Segundo Falcón y Julián Estrada aunque, según los aficionados asistentes, ambos estuvieron a gran nivel, el visueño y el pontanés se encuentran en plena madurez artística y dejan constancia de ello en cada cita.
Tomé asiento a la par que Susana Amador, "La Susi", se entonaba por malagueñas que remató por verdiales para seguidamente cantar y bailar por gilianas romanceadas y bulerías. Cierto es que no atraviesa su mejor momento en cuanto a la registros musicales pero es dueña del quejío ronco que tanto gusta a los aficionados, conoce los cantes e interpreta la letras magistralmente y con gusto.
Antes de un breve descanso, se hizo el reconocimineto y homenaje a Manuel Mairena. José María Segovia, presidente de la Federación sevillana anunció su retirada de otra presidencia, la de la confederación andaluza de peñas flamencas, cargo que ostentaba hacía cuatro años y que, a todas luces, ha resultado fructífero, fortificando el entramado asociativo hasta el punto de ser reconocido con altas distinciones como la Medalla de Oro de Andalucía.
Niño elías sentado de forma erguida, rostro serio y mastil mirando al cielo acompañó con su rancia sonanta el cante de una señora cantaora, Tina Pavón. Se buscó por seguiriyas para encontrarse por bulerías con recuerdos a la Perla de Cádiz en el sonido y a Pastora Pavón en las maneras, cante bello y delicado el de la gaditana.
El maestro de la Puebla de Cazalla, Diego Clavel, aguardaba el momento de enseñar su cante. Siempre preocupado por los cánones clásicos se templó por caña con un estilo soleaero de Juan Breva, que por cierto es al único que se lo he escuchado en su disco dedicado al cante por soleá. Uno de los momentos de mayor calidad artística llegaría con el toque de Manuel Herrera por granainas ejecuatando de forma magistral distintas facetas de enorme belleza y mayor precisión.
La noche terminó siendo extraordinaria a causa de la fuerza y clase de un bailaor alcalereño, macho en sus formas pero huyendo del deporte circense que practican algunos danzantes en busca del asombro fácil y sin esencia. David Pérez llegó arropado por las voces de Inmaculada Rivero y Javier Hidalgo que desde la soleá a la bulería pusieron música al movimiento cabal y flamenquísimo de este joven bailaor que demostró poseer el empaque, el compás y la gracia necesaria para situarse en la primera linea del baile flamenco en poco tiempo.
En definitiva, una muy entretenida noche de arte flamenco que viene a demostrar el rotundo éxito de un circuito que va por su séptima edición y al que esperamos y deseamos larga vida. Nos quedamos sin aceitunas ni naranjas hasta el año que viene.
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