Boda de "El Lebrijano", compás de espera.
No hace mucho, escuché una grabación casera que no ha cesado de retumbar en mi mente. El sonido se le robó al aire de los tiempos en los años sesenta, justamente en la boda de Juan Peña "El Lebrijano", boda gitana y boda flamenca.
La familia de los Perrate, tan respetados por los aficionados, congregó a todos los flamencos desde Jerez a Utrera, desde Cádiz a Triana.
El hermano del novio, Pedro Peña, tenía la sonanta afinada para cuando llegara lo inevitable, lo esperado y lo, por suerte, registrado en una de aquellas rollos de cintas enormes que tantas alegrías no han dado a los amantes del cante en directo, el cante de reunión.
Tres grandes de la historia del flamenco se enredaron en el compás de doce tiempos. Tres generaciones distintas floreciendo por bulerías. Tres maestros de maestros parieron los cantes de Lebrija, de Jerez y de Utrera con el soniquete buleaero de los Perrate.
Pastora Pabón, Antonio Cruz y Juan Peña. La Niña de los peines, Antonio Mairena y El Lebrijano, Santísima Trinidad flamenca en busca de la alboreá gitana del cante grande.
Quizás lo más interesante sea la posibilidad de escuchar a Pastora lejos de su discografía de estudio y, aunque, su garganta está cargada de primaveras, los pájaros siguen asomándose por su boca de caramelo, además, los demás reyes cantaores ceden el trono supremo a la reina inmortal sevillana, cosas de gitanos de bien.
Mairena, siempre en el tono de La Niña, interpreta con la majestad y la gitanería del amo de la llave, también se intuyen sus “pataìtas” que `por desgracia se llevara el espacio infinito del momento mágico de la fiesta.
El Lebrijano, flamenco para rabiar, con la estética del maestro Mairena, pero con la personalidad que no podía ocultar ni por entonces. Metal de voz con más quilates que lunares tenía su pañuelo, pañuelo de alegría.
Este documento sonoro se está remasterizando y por mediación de Juan Peña, verá la luz para el disfrute de los aficionados en próximas fechas, y es posible que no resulte muy comercial pero se guardará en el cofre de lo bueno, de lo eterno.
Compás de espera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
PEDRO, ¿QUE DIFERENCIA DE EDAD HABIA ESTRE LOS TRES?
ResponderEliminarTE LO PREGUNTO, PORQUE CASI SIEMPRE ESCUCHO HABLAR DE ARTISTAS FLAMENCOS ENUMERANDOLOS COMO SI HUBIERAN NACIDO Y SE HUBIERAN IDO TODOS A LA VEZ, COMO SI CHACON, TORRE, Y CALIXTO HUBIERAN COINCIDIDO EN SU CENIT, Y ESO PARA MI RESULTA UN CAOS A LA HORA DE INTENTAR LOCALIZARLOS EN LA HISTORIA.
NO SE SI TU TIENES ESA IMPRESION CUANDO SE HABLA DE FLAMENCO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION.
GRACIAS
Buena reflexión, Julio. Fijate qué curioso, justo nace Mairena graba Pastora sus primeros discos de pizarra y el mismo año del nacimiento de El Lebrijano, Antonio deja impresos sus primeros cantes.
ResponderEliminarLa comparación entre cantaores de distintas épocas es una constante en nuestro arte, posiblemente debido al componente tradicionalista del flamenco, que, a veces, pesa más que la propia creatividad del artista. Es curioso como en este arte se premia por parte de los grandes aficionados las copias de cantes o intérpretes antiguos, hecho que no ocurre en otras manifestaciones artísticas, y se suele castigar las obras creativas. Es posible, como he dicho antes, que esta actitud se deba a la tradición en la que se sostiene el cante flamenco, mitad fundamentado en las expresiones folklóricas de un pueblo, mitad producto de un puñado de músicos geniales, bueno al menos eso pienso yo
Un saludo flamenco.
Muy interesante entrada.
ResponderEliminarSaludos flamencos, y feliz año...
Siempre me llena de alegría la presencia de tan gran aficionada por estos lares, un saludo "Ramona"
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada. Soy uan gran fan de El lebrijano. Te recomiendo esto www.cuandollegaelduende.com/tag/lebrijano/. Bueno a todos vosotros.Espero que lo disfruteis
ResponderEliminarmuy intereante
ResponderEliminarWeb de boda !!